Aun a las 4 horas de la mañana la plaza de Fuente Dorada era un hervidero de gente, unas 500 personas se arremolinaban en torno a los acampados, pero sobre todo la gente se acercaba a preguntar cómo podía echar una mano y en cuál de los grupos de trabajo formados por la plataforma 15M podía integrarse.
La tarde había sido intensa, ajetreada, de una densidad pasmosa. Los ciudadanos ocupaban ya a las 20 horas Fuente Dorada de punta a punta, llegando hasta la plaza Mayor, a unos 150 metros, muchos sentados, otros de pie, algunos con pegatinas donde se decía "Yo también estoy indignado"
La calma, la tranquilidad y el ambiente festivo y diverso reinaron durante todo el día y la noche: muchos hijos se maravillaban de que sus padres estuviesen allí y muchos padres felicitaban a sus hijos por haber salido por fin a la calle. Casi parecía un día familiar.
En pocas horas se recogieron más de 4.000 firmas, en las asambleas de las comisiones celebradas por la noche mucha gente tenía algo que decir: no solo aquellos que estaban trabajando en ellas, sino los cientos de espectadores que se arremolinaban en torno a estos grupos curiosos por ser testigos de un ejercicio auténtico de democracia directa.
A todos rondaba una idea: el domingo es un día más, "el lunes el sol saldrá de nuevo y brillará con más fuerza, esto continúa", como dijo uno de los que allí estaba.
Carlos Chávez
No hay comentarios:
Publicar un comentario